Hay que entender que no es lo mismo ser profesor y ser atleta que sólo ser atleta.
No es tan fácil como parece.
No es igual tener los conocimientos para obtener los cinturones, poder enseñar, saber corregir, ser un líder, ganarte el cariño de la gente, realizar programaciones, saber identificar las debilidades de tus atletas, conocer las progresiones para cada movimiento, diferenciar los entrenamientos de los que quieren competir y de los que solo quieren una mejor calidad de vida, etc… Que solo entrenar y ser un atleta.
No es lo mismo ser profesor, tener a cargo la programación de toda una academia, ser responsable de los entrenamientos de las personas y ser parte de sus logros y además entrenar para competir; que solamente dormir, comer, entrenar y repetir.
Muchos de los que trabajan como coaches, profesores o maestros en una academia de artes marciales, tienen que cubrir muchas funciones y muchas exigencias.
Los retos de un profesor
Tienen que madrugar, abrir la academia, cada mañana con una sonrisa, deben saber enseñar a la perfección la técnica de los movimientos, deben tener la paciencia para atender con amor a los que necesitan ganar movilidad y corregir con cariño por enésima vez a ese alumno que sigue realizando una técnica como el cree que debe hacerse, deben estar parados y caminando por mucho tiempo, realizar los movimientos cada clase para explicar los drills, porque la misma chica que siempre está platicando sigue sin memorizar la secuencia . Tienen que verse y oler bien.
Los profesores deben ser médicos, nutricionistas, psicólogos, contadores, electricistas, calculadoras humanas, fisioterapeutas, masajistas, dermatólogos, expertos en tronar espaldas. Deben saber hablar y escribir bien el inglés, deben saber trapear, ser omnipresentes, tener bonita letra y buena ortografía, tienen que saber todas las posiciones de derribo, las mejores patadas e incluso las sumissiones que se dieron en el evento que pasaron por cable la semana anterior.
Los profesores deben saber de la A a la Z cual es la mejor marca de implementos marciales, para entrenar y también para competir, dónde comprarlo, cuánto cuesta, si está en oferta y tener la suficiente capacidad de convencimiento. Los profesores tienen que traer cargador para todos los celulares, ser lo suficientemente precisos para que la clase dure exactamente lo estipulado, los profesores tienen que saber los problemas de cada individuo de su academia y recordar las lesiones o limitaciones de cada quien, saber explicar porque el huevo no hace daño, poder descifrar a lo que se refieren los alumnos cuando dicen: “Oiga profesor, ¿cómo se llama esa llave que uno le hace así y luego así y luego levanta la pierna ?” (Y los ademanes del alumno solo parecen como si bailara el Harlem Shake).
Los profesores deben cargar con su comida de todo el día porque luego si engordan o enflaquecen podrían perder seguidores , y aguantar al que tiene cuerpo de modelo de revista todos los días diciendo “yo estoy más rayado que el profesor” y que sigue sin entender que el profesor no va, ni quiere competir en el Mr.olympia.
Tienen que contar con guantes extra, linimento, vendas y tobilleras extra, tienen que traer dulces y de los buenos para el que siempre trae el azúcar baja (o bueno, eso dice), tienen que ser expertos en tomar fotografías y videos de sus alumnos y aparte estar súper activos todo el tiempo en las redes sociales, “profesor, ¿ya vio el video en el que lo etiqueté hace 52 segundos?”. Deben ser botiquín de primeros auxilios, y se sorprenderían con cada cosa que la gente a veces llega a solicitarle a los profesores.
¡Ah y muy importante!, No olvidemos que deben ser buenos DJs, conocedores de la música y los gustos de los clientes, ser capaces de contar y gritar , al mismo tiempo que ponen música que anime al pueblo y simultáneamente corregir al que en el Tabata sigue estando en actividad 10 segundos y descansando 20, y también saber exactamente que canción solicita alguien que le dice “oiga profesor, ¡póngame la que me gusta!…
Y ya para terminar al final del día, cerrar su academia con la misma sonrisa que lo abrió en la mañana y estar listo para repetir la experiencia al día siguiente.
Además muchos de ellos son esposos, esposas, padres o madres que deben recordar aniversarios, compromisos, el cumpleaños de la tía o en el menor de los casos muchos son novios de alguna inconsciente que aparte quiere ir al cine los viernes saliendo de la academia.
Los profesor tienen que poder responder con buena actitud cuando llega la piedra en el zapato que quiere que el profesor tenga los pasajes de guardia de rodolfo vieira y las patadas de lyoto machida, luego se aparece el paco real que siente que va directo a la ufc porque cree que le gano en un sparring al profesor, el insolente que llega y le dice “oiga profesor, ¿usted porqué no compitió en la UFC?” Y el que exige que el profesor traiga a la academia la medalla de primer lugar de cada competencia a la que va, pero eso sí, que no falte ni un día a trabajar porque si lo hace automáticamente se convierte en un irresponsable.
Respeta a tu profesor
Entendamos algo, el profesor no es nuestra competencia, en tu academia de artes marciales, lo que se busca es primeramente el avance personal, que sigas alcanzando tus propias metas.
Claro que los profesores son atletas, pero hay profesores de tiempo completo, profesores que tienen un poco más de tiempo libre y entre ellos hay unos que son atletas en etapa de competencia y otros que son atletas en temporadas de descanso o en el caso del que hablo atletas en etapas de mucho, mucho trabajo o simplemente ya se han retirado de las competencias.
Manten el respeto a esa persona que ha pasado muchos años perfeccionando las tecnicas que con tanta pasion te enseña, pues el ha decidio compartir sus conocimientos contigo. Sin guardarse nada, habre todos los dias las puertas de su corazon para sacar lo mejor de sus alumnos.